CAMCHI expresa inquietud por nuevas tarifas eléctricas
Nunca imaginaron Tales de Mileto, William Gilbert, Benjamín Franklin, Edison y otros que colaboraron en el descubrimiento de la electricidad y su uso, que muchos años después beneficiarían tanto a la humanidad, pero a su vez causarían fuertes dolores de cabeza en los usuarios. A través de las últimas décadas los consumidores hemos experimentado subidas en el precio de la electricidad al punto que la llegada de la factura de la luz se ha convertido en un temido momento.
Esa tensión es la que experimentamos los panameños en este momento pues, en la facturación del mes de enero se verá reflejada la primera alza desde el año 2012. Los ciudadanos que consumen más de 750 kilovatios recibirán un alza de 25% en su tarifa eléctrica. Para este grupo de clientes la tarifa pasará de 16 centésimos de dólar por kilovatio a 20 centésimos por kilovatio, mientras que los clientes cuyo consumo está de 300 kilovatios a 750 kilovatios pagarán 17 centésimos por kilovatio, un centésimo más de lo que pagan actualmente, mientras que aquellos clientes que están por debajo de los 300 kilovatios seguirán pagando 16 centésimos.
A todos se nos vendió la idea de que no se trataría de un incremento de tarifa sino una disminución en el subsidio que afecta a los sectores de más alto consumo y que el impacto a los consumidores de hasta 300 Kilovatios no se incrementaría. Sin embargo, la forma como se han dividido las Tarifas de Baja Tensión (BTS 1, BTS 2 y BTS 3) para el primer semestre del 2015, y la aparición en las primeras facturaciones difieren de lo planteado en principio, poniendo en alerta a los sectores que se dedican a los procesos de materia prima (lecherías, molinos, plantas con cadena de frío y otros) sientan como en efecto lo es, un incremento muy significativo en la tarifa mensual de su facturación.
Adicional a ello, en el documento oficial de las tarifas de electricidad para clientes regulados vigentes del 1 de enero al 30 de junio de 2015, se establecen cargos fijos por kWh, mayores para EDECHI, la cual corresponde a la provincia de Chiriquí. Los cargos por demanda máxima en todas las clasificaciones para esta zona también son muy superiores a los del resto del país. ¿Cómo es esto posible si prácticamente toda la energía hidroeléctrica en Panamá se genera de nuestros ríos y afluentes?
Solicitamos también que se explique claramente la aplicación del Fondo de Compensación Energética (FACE) Crédito por Fondo; pues hay desinformación, angustia y preocupación por el total de la facturación que puedan recibir los consumidores de 300 o más kWh y peor aún en quienes tenemos facturación por 750 kWh o más, debido a las actividades que realizamos. El sector agropecuario y la agroindustria no resiste un aumento más, no esperemos que más productores empiecen a abandonar sus actividades y dejar de producir alimentos.
Este incremento supone que la mayoría de los consumidores, es decir unos 705 mil, no verán alzas en su factura. El Gobierno seguirá costeando parte del consumo eléctrico, en 2015, éste será de $350 millones, $100 millones menos de lo previsto para este año. Aun así nos preguntamos: ¿Cómo se podría lograr un balance, si quienes producen y procesan los alimentos y la materia prima, los consumidores de 750 kilovatios para arriba serán los más afectados? ¿Por qué no se analizan bien las fórmulas y se le quita parte de la pesada carga que llevan éstos sobre sus hombros, distribuyéndola más equitativamente entre los sectores menos impactados por el desgaste? ¿Acaso cree el Estado que con la precaria situación que tenemos en el sector primario y en los agroindustriales existe la solvencia económica para tomar este aumento con filosofía y sin pensar en cómo van a cubrir el gasto extra que genera?
La incidencia en los costos de producción es preocupante, a las finales el incremento termina siendo traspasado al consumidor final haciéndoles perder poder adquisitivo, no porque el empresario simplemente lo decida, sino porque o se hace así o simplemente quiebra el negocio. Muchos dirán que se trata de una minoría, pero no analizan que estos costos de producción impactan a la mayoría de la población.
La introducción de fuentes de energía renovable a la presente matriz energética es una posible solución, como también lo es la producción de energía a partir del gas, y muchas otras alternativas. No obstante, la principal causa del desorden en el costo de la energía es y sigue siendo la total ausencia de una política de Estado coherente y a largo plazo, que tome en cuenta las necesidades del mercado, el crecimiento del consumo (1.8% anual), la población y demás aspectos, para terminar de una vez por toda con esta empinada constante en los precios de la electricidad con efectos nocivos permanentes en el desarrollo de la dinámica socioeconómica que mueve al país.
En virtud de que la Asamblea Nacional citó a la Autoridad de los Servicios Públicos (ASEP), representantes de las generadoras y distribuidoras de energía eléctrica del país, solicitamos a los diputados de nuestra región, que dentro de la consulta le expresen las inquietudes que tenemos los sectores productivos de la provincia de Chiriquí acerca de las nuevas tarifas. Confiamos en la buena voluntad del Estado para contribuir con el desarrollo sostenible de la provincia de Chiriquí y del resto del país.