Haga a un lado el estrés y sonríale a la vida

18 de Octubre de 2013 10:09am
periodista
Haga a un lado el estrés y sonríale a la vida
Luz Mary Olmos es una entrenadora personal que se caracteriza por sonreír y disfrutar la vida al máximo, es feliz porque se acepta como es y valora su cuerpo. Con tan solo reír, correr y cuidar su alimentación, usted disminuye el riesgo de ser víctima de un infarto al corazón, un mal que en Panamá, representa el 25 por ciento de las muertes anuales, según el último informe de la OMS.
 
¿Se identifica usted con Luz Mary? Si su respuesta es no, entonces es hora de que comience a cultivar su salud emocional. El estrés crónico, el aislamiento de los amigos y familiares son factores que perjudican su ánimo y generan consecuencias que llegan al plano físico.
 
Un estudio realizado por la Revista de la Asociación Médica Canadiense, confirma que las personas con estrés en el trabajo tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades en las arterias coronarias y si no se atiende a tiempo, podría causarle la muerte.
 
Los expertos explican que la salud emocional se cultiva luchando en pro de la autorrealización, con una alimentación balanceada y la práctica constante de actividad física.
“Solemos estar más pendientes de si nos duele algo para curarnos y descuidamos nuestro estado de ánimo. Hay que alcanzar un equilibrio entre la parte física y la emocional para así evitar que una perjudique a la otra”, afirman los especialistas.
 
Jornadas libres de estrés
 
Una salud emocional comienza en casa. Dedique el desayuno a compartir con sus seres queridos, deje de lado su celular y el periódico y entreténgase con las aventuras de sus hijos o su cónyuge. De camino al trabajo, cante como si estuviera en un concierto, sonríale a la vida y permita que la naturaleza a su alrededor sean sus compañeros de viaje.
 
En la oficina no permita que las malas vibras o el trabajo acumulado le afecte, sonría a los reto y verá cómo sus asuntos pendientes fluirán mejor. Hidrátese con frecuencia para que su cuerpo trabaje mucho mejor. En la noche regrese a su casa a descansar, las tareas pendientes le esperarán luego, por ahora es tiempo para ejercitarse, ir al cine o disfrutar en familia o con sus amigos.
 
Este pareciera ser el relato de una vida ideal, pero sí es alcanzable. Está en sus manos invertir más tiempo en usted o enfermarse.
 
Los especialistas canadienses confirmaron en su investigación que quienes no invierten más en su entorno o las personas que les rodean, son más propensos al estrés, la depresión, y preste atención: a los infartos.
 
 
Con información de La Opinión
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