Una aventura por la montaña hacia la Comarca Guna Yala
Definitivamente que unos de los destinos más codiciados por los turistas que llegan a Panamá en busca de aventuras y lugares paradisiacos es la Comarca Guna Yala en el atlántico de aguas turquesas, sol de verano, playas de arenas blancas y una gran riqueza cultural de sus habitantes.
A esta región indígena se puede viajar vía aérea y terrestre a pocas horas de la ciudad de Panamá.
Atravesando las montañas
Desde hace algunos años, se ha introducido con fuerza las travesías vía terrestre en vehículos 4x4, lo que tarda tres horas desde la capital para llegar a dicha región indígena.
Diversas empresas de transporte turístico brindan a los visitantes expediciones hacia Guna Yala, una región que deslumbra a todos por el calor humano de sus habitantes.
Algunos turistas que han visitado Guna Yala relatan que es como transportarse a una isla paradisiaca caribeña con indígenas alejada de la civilización y con costumbres características de sus antepasados.
Actividades de los gunas
La pesca, el turismo, la agricultura de subsistencia y la confección de molas (diseños en telas) son las principales actividades tanto en tierra firme de la comarca como en el sinnúmero de islas que conforman el Archipiélago de San Blas.
Vía terrestre, la aventura inicia desde el distrito de Chepo en el sector este de la provincia de Panamá por el camino de Llano-Cartí.
A medida que la expedición se adentra en la montaña, se puede sentir un cambio de clima de húmedo-templado pasando por el campamento de Nusagandi, un centro biológico para la conservación de la naturaleza, según relatan expedicionarios de la empresa turística Tripod.
Regularmente, en el camino miembros del Congreso General Guna cobran una contribución de 10 dólares por el ingreso a la comarca indígena y por pasar por el área protegida de Nusagandi solo se paga una sola vez.
Cabe destacar que Nusagandi ha sido calificada como de las 10 regiones más boscosas del mundo por parte de expertos del Instituto de Investigaciones Tropicales Smithsonian.
El Mirador
Una parada obligatoria en el lugar es en el Mirador,donde desde la cima del cerro del sector se puede divisar las islas pobladas de Cartí, el Porvenir, los Cayos Limones, si es que no hay neblina que impida su visibilidad.
Luego en el recorrido aparece el río Cartí Grande que atraviesa por un puente para arribar a la comunidad de Región, en donde hay estrictos controles de seguridad por parte del Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT) para evitar la incursión de malhechores por la región.
Finalmente, el viaje terrestre culmina en Barsukun, región Guna Yala hasta donde pueden llegar los vehículos a motor y que cuenta con botes para viajar a las paradisiacas islas del Archipiélago de San Blas, limítrofe con Colombia.
Las molas
Los indios gunas son conocidos por su arte decorativo de las molas. Las molas suelen ser muy brillantes y coloridas y a menudo son usadas como ropa por las mujeres.
Antes de que los misioneros convirtieran a los indígenas al cristianismo, la mayoría se con vestía ropa típica pintando además sus cuerpos y utilizando diseños coloridos.
Cuando llegaron los colonizadores muchos indígenas empezaron a reemplazar sus vestimentas por la ropa traída por los misioneros, abandonando muchos sus diseños de pintura corporal.
Cultura ancestral
Los gunas le rendían culto a un dios llamado Erragon. Muchos de ellos fueron expulsados fuera de Panamá durante la colonia española y otros huyeron en sus barcos a otras las islas de los alrededores. El jefe de todas las islas vive en una isla llamada Acuadup, lo que significa isla Roca.
Los gunas son cazadores y pescadores por naturaleza, además de ser un pueblo muy limpio y en algunas de las islas tienen la oportunidad de asistir a la escuela. La mayoría de los hombres hablan español y las mujeres son las que cuidan más sus tradiciones.
El Archipiélago de San Blas está compuesto por 365 islas e islotes, de los cuales solo 80 se encuentran habitados por los gunas.