Banco Mundial pide empoderar a las mujeres

Un informe presentado esta semana por el presidente del Banco Mundial (BM) Jim Yong Kim junto con la ex secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton y la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka reveló que la educación y la igualdad de género serían los caballos de batalla en la cruzada contra la pobreza y la inequidad social.

El reporte “Voz y participación: Empoderar a las mujeres y niñas para promover la prosperidad compartida”, que está basado en el Informe sobre el desarrollo mundial 2012 del BM, establece que las privaciones y obstáculos que sufren las mujeres desde su infancia para desarrollar su potencial plenamente como individuos tiene consecuencias económicas y sociales, esto es debido a que equidad y desarrollo económico van de la mano.

Como expresó Kim: “Si el mundo se propone terminar con la pobreza extrema y garantizar que la prosperidad sea compartida por todos, tenemos que contar con la participación plena y equitativa de mujeres y hombres, niñas y niños de todo el mundo”.

Según este documento en más de 128 países las leyes hacen diferencias negativas entre hombres y mujeres, 700 millones de mujeres en todo el mundo sufre de violencia de género y el 65% de la población mundial femenina con educación primaria o niveles inferiores de aprendizaje contrae matrimonio durante la niñez. De estas niñas, 1 de cada 5 menores de 18 años da a luz en países en vías de desarrollo y 70.000 muere por complicaciones en el parto al año.

Por otro lado, las mujeres y las niñas enfrentan una brecha importante en materia de acceso a las tecnologías de la información y a las comunicaciones y de uso y propiedad de dichas tecnologías.

Son muchos los países en los que las mujeres no poseen derechos sobre su sexualidad o sobre su reproducción y esto viene de la mano de la educación. Los relevamientos han demostrado con creces que las niñas que acceden a la enseñanza tienen más conciencia de sí mismas, de su valor como personas y de su entorno; al promoverse una mayor escolarización e incrementar la conciencia reproductiva y de planificación familiar, entre otras cosas, las mujeres adquieren la capacidad de tomar decisiones y aprovechar las oportunidades que se le presentan en la vida.

Esto ocasionará indefectiblemente una mejora de su entorno al nivel económico y social, no solo por convertirse en mano de obra capacitada en los mercados emergentes a raíz de su instrucción, sino porque fundamentalmente la mujer es el centro del núcleo familiar en muchas sociedades.

Adicionalmente, lograr que tengan más herramientas para progresar socioeconómicamente también repercutirá en sus hijos y en sus comunidades.

Tomado de Anlatam.com