Panamá concentrado en el desarrollo

08 de Mayo de 2019 12:46am
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Por Leonel Nodal

En el año 500 de su entrada en la historia como primera ciudad a orillas del Océano Pacífico, la capital de país istmeño es el mejor espejo de su crecimiento económico.

La ciudad de Panamá celebra el próximo 15 de agosto el aniversario 500 de su fundación, por Pedro Arias Dávila, conocido como Pedrarias, convirtiéndose en el primer asentamiento español en las costas del Mar del Sur u Océano Pacífico y la más antigua tierra firme que existe hasta nuestros días como ciudad.

Hoy apenas quedan unas pocas ruinas de aquella ciudad, incluyendo la torre de su catedral, una atracción turística conocida como el conjunto monumental histórico de Panamá la Vieja. Un incendio la arrasó en 1671.

Panamá fue reconstruida en 1673, a 8 km al sudoeste de la ciudad original.  Hoy su Casco Antiguo es una reliquia, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1997, arrinconada en una urbe sembrada de rascacielos que ilustran un fenomenal crecimiento económico.

El Canal de Panamá, que se empezó  a construir en 1869 por un consorcio francés, revolucionó el comercio internacional, permitiendo que las mercancías pasen del Atlántico al Pacífico en 10 h en lugar de en tres semanas.

En la actualidad, Panamá alberga sedes internacionales de corporaciones globales, varias organizaciones sin fines de lucro y una zona libre con una actividad comercial que al cierre de 2018 sumó 20 931 millones de dólares, 7% más que en 2017.

El turismo de compras y negocios, así como el ecoturismo, y el de sol y playa es otro motor económico del país.

En  2017, último año para el que hay cifras completas,  llegaron unos 2,5 millones de turistas extranjeros, que gastaron 4 451 millones de dólares.
El objetivo del Gobierno es alcanzar tres millones de turistas en 2019, y cinco millones en el 2024.

​UNA DE LAS ECONOMÍAS DE MÁS RÁPIDO CRECIMIENTO

Panamá ha sido una de las economías de más rápido crecimiento en todo el mundo y una de las más estables de América.

El PIB ha aumentado de forma sostenida durante casi tres décadas seguidas a partir de 1989. Según el más reciente informe del Banco Mundial, entre 2001 y 2013 el crecimiento medio anual fue del 7,2%, mientras en los últimos cinco años promedió 5,6% anual.

La economía de Panamá se ha basado en la industria logística, desarrollada en torno a la principal vía de comunicación marítima que existe en América, el Canal de Panamá, reintegrado a la soberanía del Estado en el año 2000, como resultado del acuerdo Torrijos-Carter, alcanzado entre el líder panameño y el ex presidente de Estados Unidos.

En 2006, durante la presidencia de Martín Torrijos, se aprobó la ampliación del canal, a fin de construir otros juegos de esclusas en los océanos Pacífico y Atlántico, que permitirían el paso de buques post-panamax.

La ampliación se terminó en 2016, con un gasto superior a los 5 250 millones de dólares. Otros 2 000 millones de dólares fueron invertidos en expansión portuaria antes de finalizada la ampliación del Canal.

Inversión

La inversión en Panamá se ha convertido en los últimos años en uno de los principales impulsores del crecimiento de su PIB.

Desde 2004 la Inversión Extranjera Directa (IED) superó los 1 000 millones de dólares, un récord para el país; a partir de entonces lidera la región centroamericana y ocupa el segundo puesto en ese acápite, luego de Chile.

Según el Banco Mundial (BM), el FMI y la ONU el país tiene el ingreso per cápital más alto de América Central, el cual es de unos 13 090 dólares; es además el mayor exportador e importador a nivel regional, asegura la CEPAL.

​Los más optimistas afirman que Panamá ha logrado progresos significativos en la reducción de la pobreza en años recientes.  Apuntan que el crecimiento económico y las transferencias públicas han contribuido a reducir la pobreza de forma sustancial.

Las notas alentadoras citan el proyecto de construcción de la tercera línea del Metro y el de Regeneración Urbana de Colón, un cuarto puente sobre el Canal de Panamá, entre otras iniciativas que posibilitarán mayores inversiones públicas.

Una nueva ley en vigor desde enero de 2018 busca crear espacios de inversión para la creación de astilleros de construcción de grandes naves.
Expertos señalan que para la construcción de un barco Panamax se deben emplear aproximadamente cinco años y se necesitan unos 7 500 trabajadores de diferentes áreas.

INFORME FMI 2019
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una aceleración del crecimiento de la economía panameña hasta un 6,3% en 2019, frente al 4,3% de 2018, mientras que la inflación seguirá «moderada».

En su pronóstico, el FMI indicó que a pesar de la desaceleración registrada en 2018 (casi un punto menos que el 5,4% de 2017), se espera que este año «Panamá se mantenga entre las economías más dinámicas de la región con bases sólidas».

Entre los «riesgos clave» que amenazan a la economía panameña, el FMI menciona la «incertidumbre política» propia de las vísperas de unas elecciones, así como un mayor progreso en la transparencia fiscal. También menciona posibles retrasos en la concreción del proyecto de Minera Panamá.

Se trata del proyecto Cobre Panamá, propiedad de la canadiense First Quantum, una de las mayores inversiones extranjeras en la historia de la nación, con 6 300 millones de dólares, cuyo contrato fue declarado inconstitucional en septiembre por el Supremo.

El decano de la Facultad de Economía de la estatal Universidad de Panamá (UP), Rolando Gordón, estimó en agosto pasado que 2019 es un año electoral, lo que trae aparejado una incertidumbre que ralentiza la inversión.

Por su parte, el economista Adolfo Quintero indicó  que los seis primeros meses serán «electorales, y los siguientes seis meses de diagnóstico de situación real de las finanzas públicas».

Pero ambos expertos coincidieron en que la expansión del PIB de Panamá estará entre 5 y 5,2% en 2019.

El más reciente balance de país del BM, fechado en octubre pasado, estima que «Panamá está bien posicionada para seguir avanzando hacia los objetivos de desarrollo, incluyendo acabar con la pobreza extrema e impulsar la prosperidad compartida, gracias tanto a las perspectivas de desarrollo como a la renovada atención del Gobierno a la inclusión».

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