Hallan restos arqueológicos en zona Atlántica

20 de Septiembre de 2014 6:36pm
periodista
Hallan restos arqueológicos en zona Atlántica

Restos arqueológicos de Santiago del Príncipe, el primer asentamiento de afrodescendientes libres en América, fundado por antiguos esclavos y destruido a raíz de un enfrentamiento con el pirata Drake, fueron localizados en la selva panameña gracias a la consulta de fuentes históricas y literarias del Siglo de Oro.

El hallazgo, que se presentó el pasado viernes en rueda de prensa en el Centro Cultural de España en Panamá - Casa del Soldado, ha tenido lugar en el marco del proyecto Arqueología Afrocolonial - Sitios de Memoria de la Ruta del Esclavo - Resistencia, Libertad y Patrimonio de la UNESCO en Panamá, impulsado por IBERTUR - Red de Patrimonio, Turismo y Desarrollo Sostenible, la Universidad de Barcelona —a través del Grupo de Estudios sobre Culturas Indígenas y Afroamericanas (CINAF) y el Laboratorio de Patrimonio y Turismo Cultural (LABPATC)— y el Patronato Panamá Viejo.

El proyecto tiene el apoyo y la financiación del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) en el marco de la convocatoria de ayudas a proyectos arqueológicos en el exterior, además de la colaboración del Instituto Nacional de Cultura (INAC) de Panamá, la UNESCO, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Secretaría General Iberoamericana (Segib).

Los cimarrones eran antiguos esclavos africanos que conseguían la libertad después de huir de los lugares de trabajo y de resistir los ataques de las autoridades coloniales españolas. En el caso de Panamá, la presencia de cimarrones dificultaba el paso de mercancías entre las ciudades de Panamá y Nombre de Dios, de manera que la plata que salía del Perú no estaba segura a causa de los ataques que los cimarrones realizaban a los convoyes de recuas que la transportaban entre ambos océanos.

El colectivo de cimarrones conocidos como los negros de Portobelo —por el territorio en el que se movían— firmó la paz con la corona española. Esta reconocía la libertad de los esclavos huidos y les entregaba tierras para que se asentasen a cambio del reconocimiento de la autoridad real y la colaboración con las autoridades coloniales.

Este primer asentamiento fue Santiago del Príncipe, villa erigida en 1579 en las inmediaciones de la ciudad de Nombre de Dios. Los habitantes de Santiago del Príncipe mantuvieron sus autoridades propias, pero la corona nombró a un gobernador e impuso una pequeña tropa para la defensa de Nombre de Dios.

Los antiguos esclavos cimarrones consiguieron la libertad para ellos y sus descendientes, así como la propiedad de las tierras.

Los profesores de la UB y miembros del CINAF Javier Laviña, Ricardo Piqueras y Jordi Tresserras explican que el proceso para hallar Santiago del Príncipe empezó con el estudio de las fuentes históricas y literarias de la época. A partir de esos escritos, delimitaron el área donde realizar la prospección arqueológica: “Hemos tenido que trabajar en una zona de monte que es de difícil acceso; lo era en la época de los ataques de Francis Drake y lo es ahora”, afirman.

Después de un año de trabajo de campo, hallaron los restos de Santiago del Príncipe, que incluyen una gran cantidad de cerámica criolla del siglo XVI. “Sin duda, el hallazgo de esta Numancia negra, además de tener gran importancia histórica, reforzará la identidad afrocolonial”, concluyen los investigadores, que tienen como proyecto seguir excavando en las inmediaciones de los restos descubiertos.

Restos arqueológicos de Santiago del Príncipe, el primer asentamiento de afrodescendientes libres en América, fundado por antiguos esclavos y destruido a raíz de un enfrentamiento con el pirata Drake, fueron localizados en la selva panameña gracias a la consulta de fuentes históricas y literarias del Siglo de Oro.

El hallazgo, que se presentó el pasado viernes en rueda de prensa en el Centro Cultural de España en Panamá - Casa del Soldado, ha tenido lugar en el marco del proyecto Arqueología Afrocolonial - Sitios de Memoria de la Ruta del Esclavo - Resistencia, Libertad y Patrimonio de la UNESCO en Panamá, impulsado por IBERTUR - Red de Patrimonio, Turismo y Desarrollo Sostenible, la Universidad de Barcelona —a través del Grupo de Estudios sobre Culturas Indígenas y Afroamericanas (CINAF) y el Laboratorio de Patrimonio y Turismo Cultural (LABPATC)— y el Patronato Panamá Viejo.

El proyecto tiene el apoyo y la financiación del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) en el marco de la convocatoria de ayudas a proyectos arqueológicos en el exterior, además de la colaboración del Instituto Nacional de Cultura (INAC) de Panamá, la UNESCO, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Secretaría General Iberoamericana (Segib).

Los cimarrones eran antiguos esclavos africanos que conseguían la libertad después de huir de los lugares de trabajo y de resistir los ataques de las autoridades coloniales españolas. En el caso de Panamá, la presencia de cimarrones dificultaba el paso de mercancías entre las ciudades de Panamá y Nombre de Dios, de manera que la plata que salía del Perú no estaba segura a causa de los ataques que los cimarrones realizaban a los convoyes de recuas que la transportaban entre ambos océanos.

El colectivo de cimarrones conocidos como los negros de Portobelo —por el territorio en el que se movían— firmó la paz con la corona española. Esta reconocía la libertad de los esclavos huidos y les entregaba tierras para que se asentasen a cambio del reconocimiento de la autoridad real y la colaboración con las autoridades coloniales.

Este primer asentamiento fue Santiago del Príncipe, villa erigida en 1579 en las inmediaciones de la ciudad de Nombre de Dios. Los habitantes de Santiago del Príncipe mantuvieron sus autoridades propias, pero la corona nombró a un gobernador e impuso una pequeña tropa para la defensa de Nombre de Dios.

Los antiguos esclavos cimarrones consiguieron la libertad para ellos y sus descendientes, así como la propiedad de las tierras.

Los profesores de la UB y miembros del CINAF Javier Laviña, Ricardo Piqueras y Jordi Tresserras explican que el proceso para hallar Santiago del Príncipe empezó con el estudio de las fuentes históricas y literarias de la época. A partir de esos escritos, delimitaron el área donde realizar la prospección arqueológica: “Hemos tenido que trabajar en una zona de monte que es de difícil acceso; lo era en la época de los ataques de Francis Drake y lo es ahora”, afirman.

Después de un año de trabajo de campo, hallaron los restos de Santiago del Príncipe, que incluyen una gran cantidad de cerámica criolla del siglo XVI. “Sin duda, el hallazgo de esta Numancia negra, además de tener gran importancia histórica, reforzará la identidad afrocolonial”, concluyen los investigadores, que tienen como proyecto seguir excavando en las inmediaciones de los restos descubiertos.

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